Ayer fue otro glorioso episodio del culebrón Brexit, cortesía de la activista Gina Miller, que ha conseguido que el Tribunal Supremo británico se pronunciara contra el cierre temporal del parlamento decretado por Boris. El tribual ha irritado a la casta brexitera; y en particular Jacob Rees-Mogg no ha decepcionado: sostiene que la sentencia es un “golpe de estado constitucional.” Atención al oxímoron pues los golpes de estado por lógica nunca pueden ser constitucionales.
Son precisamente lo contrario: un intento de subvertir total o parcialmente el orden constitucional. El tribunal ha amonestado al ejecutivo por intentar impedir al legislativo ejercer sus funciones que le corresponden con arreglo a la ley: deliberar, formular y aprobar cualquier cambio en la arquitectura legal del país, es decir la salida de la UE. Lo contrario hubiera sido anti-constitucional, es decir un golpe de estado.
Pero Mr Rees-Mogg es un exquisito orwelliano. El Old Etonian y los pro-Brexit están abonados al “doblepensar” de la novela 1984 de George Orwell (otro Etonian, por cierto): “ facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente”
Por ello el eslogan del Ministerio de la Verdad en la novela de Orwell era:
WAR IS PEACE
FREEDOM IS SLAVERY
IGNORANCE IS STRENGTH.
Y el del ‘ministerio’ de Jacob Rees-Mogg es:
CONSTITUTION IS UNDEMOCRATIC
LAW ENFORCEMENT IS COUP D’ETAT
JUDGES ARE ENEMIES OF THE PEOPLE
¿Y cuál es el doblepensar del régimen nacionalista en Cataluña? Mucho a juicio de su longevidad: “If one is to rule, and to continue ruling, one must be able to dislocate the sense of reality.”
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